domingo, 3 de mayo de 2015

ESTUDIO BIBLICO DE LAMENTACIONES 3.1 - 5.22


Volvemos hoy a este pequeño libro de Lamentaciones. Vamos a concluir nuestro estudio de este libro en el programa de hoy, y esperamos poder captar el mensaje que tenemos en estos últimos capítulos.

Cada uno de los capítulos de este breve libro de Lamentaciones forma un acróstico. Es decir, que hay 22 letras en el alfabeto Hebreo, y cada uno de los 22 versículos de cada capítulo comienza con cada una de esas letras en orden sucesivo. Sin embargo, en este capítulo 3 hay 66 versículos, lo cual significa que hay 3 versículos para cada letra del citado alfabeto. Ahora, el profeta dijo en los primeros 4, versículos del capítulo 3, de Lamentaciones:

1 Yo soy el hombre que ha visto aflicción bajo el látigo de su enojo.

2 Él me ha guiado, me ha llevado por tinieblas y no por la luz;

3 Ciertamente contra mí vuelve sin cesar su mano todo el día.

4 Él hizo envejecer mi carne y mi piel y quebrantó mis huesos;

Jeremías era un hombre que se había enfrentado a muchas dificultades y problemas. Su salud se había deteriorado a causa de su preocupación por Jerusalén. El profeta no había permanecido impasible por la destrucción que había visto venir sobre su nación. El no fue por todas partes diciendo "¡Ya os lo decía yo!" Realmente, había resultado emocionalmente afectado. Su reacción también nos muestra como Dios siente. Dios no está fuera de la escena. El Señor Jesús dijo, como leemos en Hebreos 13:5, No te desampararé ni te dejaré. Cualquiera sea la situación por la que usted esté pasando, puede tener la absoluta seguridad de que El está a su lado.

Continuemos leyendo los versículos 21 al 24 de este capítulo 3:

21 Pero esto consideraré en mi corazón, y por esto esperaré:

22 Que por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias;

23 Nuevas son cada mañana. ¡Grande es tu fidelidad!

24 "Mi porción es el Señor; por tanto, en él esperaré", dice mi alma.

Si tuviéramos que poner un título a estos tres últimos capítulos de Lamentaciones, sería: "Cuando el mañana se convierte en el ayer". Jeremías estaba mirando al pasado. Había predicho el juicio que venía sobre Jerusalén, y Jeremías estaba sentado en los escombros y ruinas de la ciudad, llorando a medida que escribía esta lamentación.

Estos versículos son el único punto brillante en todas las 5 lamentaciones. Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias; nuevas son cada mañana. ¡Grande es tu fidelidad! A pesar de los severos juicios de Dios, y muchos pensaron que fueron demasiado duros, Jeremías pudo ver la mano de la compasión de Dios. Ellos habrían sido aniquilados completamente su no hubiera sido por la misericordia de Dios. Si ellos hubieran recibido lo que merecían, habrían sido totalmente destruidos. Habrían desaparecido de la faz de la tierra.

¿Se debió la liberación de Judá de tal destino a algún factor que había en ellos? No. Se debió a la fidelidad de Dios. El había prometido a Abraham que haría de él, de su descendencia, una nación; y ésta era la nación. El había prometido a Moisés que les conduciría a una tierra. El había prometido a Josué que les establecería en esa tierra. El prometió al rey David que algún día llegaría alguien de su línea de descendencia que reinaría en el trono para siempre. Todos los profetas dijeron que Dios no destruiría completamente a este pueblo, sino que los juzgaría por su pecado. Dios es fiel. El los había juzgado y castigado, pero no permitiría que los aniquilaran totalmente. De esta manera, siempre quedó un remanente fiel y, al final, se convertirán nuevamente en una gran nación. Y así llegamos al

LAMENTACIONES 4

Esta cuarta lamentación es una meditación. Sentado entre los escombros y cenizas de Jerusalén, Jeremías describió el horror de la destrucción de su ciudad y el traslado del pueblo al cautiverio por parte de Nabucodonosor. La escena fue tan espantosa que yo me sentiría tentado a evitar el presentar un mensaje semejante sobre el juicio final. Pero tenemos que enfrentarnos con el hecho de que Dios es un Dios justo, y también es un Dios de amor. Dios juzga y castiga el pecado, y al hacerlo, actúa con justicia. El pueblo de Judá no recibió un juicio total a causa de la compasión y misericordia de Dios. EL profeta Habacuc dijo en su 3:2, ¡en la ira acuérdate de la misericordia! Dios nunca olvida ser misericordioso y compasivo. Siempre hay una salida para el pueblo de Dios, si ese pueblo transita por el camino de Dios. Leamos ahora los versículos 1 y 2 de este capítulo 4;

COMO SE HA ENNEGRECIDO EL ORO! COMO HA PERDIDO EL ORO SU BRILLO! LAS PIEDRAS DEL SANTUARIO ESTAN ESPARCIDAS POR LAS ENCRUCICADAS PPOR TODAS LAS CALLES.LOS HIJOS DE SION,PRECIADOS Y ESTIMADOS MAS QUE EL ORO PURO,SON AHORA COMO VASIJAS DE BARRO,OBRA DE MANOS DE ALFARERO.

Jeremías estaba comparando al oro con los jóvenes de Sión. Los valiosos jóvenes de Judá, que habían sido como vasijas de oro eran en esos momentos como vasijas de barro. Habían sido quebrados. Esto es lo terrible de la guerra; que elimina a los mejores jóvenes de una nación.

Ningún cristiano debería tener un concepto de sí mismo más alto que el que debería tener. De esa manera descubriremos que somos simplemente vasos de barro. En 2 Timoteo Pablo comparó al creyente con un vaso de barro. Sin embargo, lo importante no es de que material han sido hechas las vasijas, sino cómo están siendo usadas. ¿Somos vasijas para el uso del Maestro o para nuestro propio uso?

En las bodas de Caná de Galilea el Señor Jesús pidió que los siervos trajeran unas viejas y gastadas tinajas de agua, que aparentemente habían estado apartadas en un rincón hasta que pasara la boda. Y El usó esas viejas tinajas para proveer de vino a los invitados. El pudo usar esas viejas tinajas, pero tenía que llenarlas de agua, el Agua es la Palabra de Dios. Cuando nosotros, como viejas tinajas, nos llenamos con la Palabra de Dios, El puede usarnos.

Los hombres jóvenes de Judá no habían estado sirviendo a Dios, y terminaron como piezas rotas de cerámica. ¡Qué imagen trágica! Continuemos leyendo el versículo 4 de este cuarto capítulo:

DE SED SE LE PEGA AL NIÑO DE PECHO LA LENGUA AL PALADAR;LOS PEQUEÑUELOS PIDEN PAN,Y NO HAY QUIEN SE LO DE.

 

El sitio de Jerusalén por Nabucodonosor fue algo horrible. El pueblo sufrió dentro de la ciudad y en vez de rendirse, presentaron resistencia y vieron morir a sus niños pequeños. Fue una forma terrible de matar a los niños. Pero no habría que señalar con el dedo a aquellos actos terribles cometidos por aquella gente, porque en la actualidad, el aborto es matar a niños pequeños. Continuemos leyendo el versículo 5 de este cuarto capítulo:

LOS QUE COMIAN DELICADOS MANJARES DESFALLECEN POR LAS CALLES;LOS QUE SE CRIARON ENTRE PURPURA SE ABRAZAN A LOS ESTERCOLEROS.

Ellos habían vivido con todos los lujos. Tenían grandes supermercados en ese tiempo pero en aquellos días los estantes estaban todos vacíos y no pudieron disfrutar más de las comodidades que una vez tuvieron.

¿Se ha detenido usted a pensar lo que le pudiera ocurrir al lugar donde usted vive? Suponga que los estantes de los supermercados que ahora están llenos de alimentos estuvieran todos vacíos la próxima semana cuando usted vaya a hacer la compra. Suponga que usted acciona el interruptor de la luz y no se encienden las luces de la casa. Supónga, que no hay calefacción, ni aire acondicionado, ni combustible para los coches. Un clamor de desesperación se elevaría en toda la nación. Seríamos un pueblo indefenso e impotente. Esto es lo que le sucedió a Jerusalén cuando Dios los juzgó. Continuemos leyendo el versículo 6 de este cuarto capítulo:

PORQUE MAS FUE LA INIQUIDAD DE LA HIJA DE MI PUEBLO QUE EL PECADO DE SODOMA,QUE FUE DESTRUIDA EN UN INSTANTE,SIN MANOS QUE SE ALZARAN CONTRA ELLA.

Ahora, Dios juzgó a Sodoma y Gomorra, pero Él también juzgó a Jerusalén, aun con mayor severidad. ¿Por qué fue así? Porque el pecado de Jerusalén fue peor que el de Sodoma y Gomorra. Sodoma y Gomorra fueron destruidas porque en ellas imperaba un desenfreno y perversión sexual total. Fueron muy graves los pecados de esas ciudades, pero hay algo aun peor. Si usted se sienta en el banco de una iglesia, escuche el Evangelio, y permanezca indiferente, sin hacer nada en cuanto a lo que ha escuchado; y ese pudiera ser el caso de alguna persona que está escuchando este programa en este momento. Amigo oyente, el Señor Jesucristo murió por usted. Dios es misericordioso y compasivo para con usted hoy; pero usted, en cambio, le vuelve la espalda. Entonces, cuando Dios juzgue, el juicio para usted será más severo que para los paganos de las zonas más remotas del mundo. Mucha gente pregunta qué sucederá con los paganos que hay por el mundo. ¡No se preocupe por ellos, preocúpese por usted! ¿Ha respondido usted al ofrecimiento de Dios que le extiende Su gracia por medio de Jesucristo? Ahora, escuchemos lo que Él dijo en el versículo 7 de este capítulo 4 de Lamentaciones:

SUS BOBLES ERAN MAS PURO QUE LA NIEVE,MAS BLANCO QUE LA LECHE;MAS ENCENDIDOS SUS CUERPOS QUE EL CORAL,MAS HERMOSO SU TALLE QUE EL ZAFIRO.

¡Qué buena apariencia tenían! ¿verdad? Y amigo oyente, la religión hoy tiene una apariencia atractiva. Hay hermosos edificios de iglesias, antiguos y modernos, con grandes comodidades y con salas para diversos usos. Por fuera, la imagen es buena, positiva. Ahora, cuando aquí Jeremías habló de los nobles, se refería a los nazareos. Un "nazareo" era alguien que hacía un voto o promesa voluntaria, y había muchos que la hacían, y eran felicitados por ello. Su apariencia exterior era atractiva. Pero se trataba de una simple apariencia exterior, Sus corazones no habían cambiado. Es hermoso tener edificio e instalaciones atractivas, a todos nos agrada esa posibilidad. Pero resulta trágico cuando las personas en su interior no son nuevas criaturas en Cristo Jesús. Todavía continúan cometiendo los mismos pecados de antes; y esa es la imagen que Jeremías nos dejó del pueblo de Judá. Y dice el versículo 9 de este cuarto capítulo de Jeremías.

MAS DICHOSOS FUERON LOS MUERTOS POR EL HAMBRE,PORQUE ESTOS MURIERON POCO A POCO POR FALTARLES LOS FRUTOS DE LA TIERRA.

Aun cuando Jeremías fue testigo de la terrible destrucción de Jerusalén y de la muerte de muchos de sus habitantes, dijo que era mejor estar muerto que vivo, porque el estado en que se encontraban los sobrevivientes era desesperante. Y dice el versículo 10 del capítulo 4;

LAS MANOS DE MUJERES PIADOSAS COCIERON A SUS HIJOS:SUS PROPIOS HIJOS LE SIRVIERON DE COMIDA EN EL DIA DEL DESASTRE DE LA HIJA DE MI PUEBLO.

Lo mismo ocurrió también cuando Tito destruyó a Jerusalén en al año 70 D.C. La gente tenía tanta hambre que las madres tenían que entregar a sus propios niños para que se los comieran. Ahora al mirar aquellas escenas nos sobrecoge el espanto. Y al mirar a nuestra sociedad vemos que la práctica indiscriminada del aborto envía a la muerte a cientos de miles de pequeños indefensos. Dios ha provisto el hermoso don de la maternidad y cuando una criatura es concebida, la intención divina es que ese niño o niña venga al mundo. Fue la misma intención divina que se hizo realidad cuando ese padre y esa madre nacieron a la vida. Continuando ahora, con el versículo 13 de este capítulo 4 de Lamentaciones, leemos:

FUE POR CAUSA DE LOS PECADOS DE SUS PROFETAS Y LAS MALDADES DE SUS SACERDOTES,QUE DERRAMARON EN MEDIO DE ELLA LA SANGRE DE LOS JUSTOS.

Como los profetas falsos y los sacerdotes no les dijeron la verdad a la gente, fueron culpables de asesinato y esa fue la evaluación que Dios hizo de ellos. El aplicar esta lección a nuestra realidad, nos recuerda nuestra gran responsabilidad de predicar la Palabra de Dios, y de decir a las personas como pueden ser salvas. Pensemos en como habló Dios de aquellos profetas y sacerdotes que ocultaron el mensaje de salvación y de cómo los consideró culpables. Y Dios dijo entonces, en el versículo 16:

EN SU IRA,EL SEÑOR LOS APARTO Y NO LO MIRARA MAS:NO RESPETARON LA PRESENCIA DE LOS SACERDOTES NI TUVIERON COMPASION DE SUS VIEJOS.

La gente no prestó ninguna atención a los sacerdotes que estaban proclamando la Palabra de Dios. Jeremías era un profeta de Dios y ellos no le hicieron caso. Dios juzgó al pueblo por esta actitud. Veamos ahora lo que dice el versículo 17 de Lamentaciones, capítulo 4.

NUESTROS OJOS DESFALLECEN ESPERANDO EN VANO NUESTRO SOCORRO;EN NUESTRA ESPERANZA AGUARDAMOS A UNA NACION QUE NO PUEDE SALVAR.

 Y esto es algo que la nación de Israel necesita aprender. Dios no los puso de nuevo en esa tierra en el año 1948; las Naciones Unidas los constituyeron en una nación, y desde entonces nunca han conocido un minuto de paz. Han habido guerras y amenazas continuamente. No se han vuelto a Dios y El no les colocó de nuevo en la tierra.

No deseamos ser mal entendidos. Creemos que el regreso de Israel a esa tierra fue un gran acontecimiento. Fue el Dr. W. F. Albright quien hizo la siguiente declaración: "Es un hecho sin paralelo en los anales de la historia humana, que una nación que fuera llevada en cautiverio por 70 años, regresara para reanudar su vida nacional, y que después de casi 600 años, esta misma nación fuera dispersada otra vez por todo el mundo por cerca de 2000 años y retuviera su identidad". Hasta aquí la declaración del Dr. W. F. Albright. El ver como Dios trató a esa nación ha hecho que muchos se vuelvan a Él.

El Señor dijo que el problema fue que el pueblo de Judá estaba esperando que Egipto los ayudara, y Egipto no les ayudó, sino que fue un enemigo. Eso es algo que las grandes potencias mundiales necesitan reconocer. Lo importante no es que se le proporcione a Israel armamento militar. Necesitamos darles la Palabra de Dios, la Palabra que ellos nos dieron hace tantos años. Continuemos leyendo el versículo 20 de Lamentaciones 4:

EL ALIENTO DE NUESTRAS VIDAS,EL UNGIDO DEL SEÑOR,DE QUIEN HABIAMOS DICHO:A SUS SOMBRAS TENDREMOS VIDA ENTRE LAS NACIONES,QUEDO APRESADO EN SUS LAZOS.

¡Qué imagen de ese pueblo en su condición actual, mayormente disperso en tantas naciones! Leamos el versículo 22 de este capítulo 4 de Lamentaciones:

YA ESTA CUMPLIDO TU CASTIGO,HIJA DE SION:NUNCA MAS HARA EL QUE TE LLEVEN CAUTIVA.CASTIGARA EL TU INIQUIDAD,HIJA DE EDOM,Y DESCIBRIRA TUS PECADOS

Así que, después del juicio, Dios prometió que les colocará en la tierra de manera permanente. Llegamos ahora al

LAMENTACIONES 5

La quinta y última lamentación es una oración de Jeremías. Ahora, Leamos el versículo 1:

ACUERDATE,SEÑOR,DE LO QUE NOS HA SUCEDIDO:MIRA,Y VE NUESTRO OPROBIO.

Judá había perdido el honor y el respeto que tenía entre las naciones. Dicen los versículos 11 al 13, de este capítulo 5:

VIOLARON A LAS MUJERES EN SION,A LAS VIRGENES EN LAS CIUDADES DE JUDA.A LOS PRINCIPES COLGARON DE LAS MANOS;NO RESPETARON EL ROSTRO DE LOS VIEJOS.LLEVARON A LOS JOVENES A MOVER EL MOLINO,Y LOS MUCHACHOS DESFALLECIAN BAJO EL PESO DE LA LEÑA.

Aquí vemos su situación. Sus mujeres violadas y sus príncipes colgados. Lo habían perdido todo. Los jóvenes que sobrevivieron fueron hechos esclavos para trabajar al servicio del rey Nabucodonosor. Dice el versículo 15:

CESO EL GOZO DE NUESTRO CORAZON,Y NUESTRA DANZA SE CAMBIO DE LUTO.

La alegría de sus corazones se apagó. Con todo, el profeta clamó a Dios en los versículos 19 al 21 de este capítulo 5 de Lamentaciones, y dijo:

MAS,TU SEÑOR,PERMANECERAS PARA SIEMPRE;TU TRONO DE GENERACION EN GENERACION.¿POR QUE TE OLVIDAS COMPLETAMENTE DE NOSOTROS Y NOS ABANDONAS POR TAN LARGO TIEMPO? HAZNOS VOLVER A TI,SEÑOR,Y NOS VOLVEREMOS;RENUEVA NUESTROS DIAS COMO AL PRINCIPIO.

Esta fue la oración de Jeremías a favor de su pueblo. Podríamos aprender una lección de ella. Antes de que sea demasiado tarde, sería mejor que volviéramos al Señor.

Hace ya muchos años que Daniel Webster, un líder político y diplomático norteamericano, hizo la siguiente declaración, que suena como una profecía: "Si los libros religiosos no circulan entre las masas y la gente no se vuelve a Dios, yo no sé qué será de nosotros como nación. Si la verdad no es difundida, lo será el error. Si Dios y Su Palabra no son recibidos, el diablo y sus obras tendrán el predominio. Si el volumen evangélico no llega a todas las regiones habitadas, lo harán las páginas de una literatura corrupta y disoluta. Si el poder del Evangelio no se siente a través de lo largo y ancho de la tierra, reinarán sin moderación ni fin la anarquía, el desorden, la degradación, la miseria, la corrupción, y la oscuridad". Hasta aquí la declaración de Daniel Webster. ¡Qué panorama más triste! Lamentablemente, esta es la situación a la que hemos llegado en nuestros países. ¡Qué mensaje el de este libro de Lamentaciones para nosotros en la hora actual! Pero podemos asegurarle que no será elegido como el libro del mes, ni como el libro del año. ¡Es una lástima que muchos no estén dispuestos a escuchar su mensaje! ponemos punto final a este breve estudio del libro de Lamentaciones y confiamos que haya sido de provecho espiritual para usted. Continuando con nuestro recorrido a través de la Biblia,volveremos al Nuevo Testamento, para iniciar el estudio de la primera epístola del Apóstol Pablo a Timoteo. Esperamos contar, como siempre con su muy valiosa compañía.

ESTUDIO BIBLICO DE LAMENTACIONES INTRODUCCION

INTRODUCCION - 1.18


Llegamos hoy,a nuestro estudio del breve libro de Lamentaciones, y este es un libro que sigue normal y naturalmente a la profecía de Jeremías. En este libro el alma del profeta Jeremías se nos presenta al desnudo.

A manera de introducción para este libro, citaremos lo que dijo uno de los grandes expositores de la Palabra de Dios, el Dr. Alexander Whyte; él dijo: "No hay nada en todo el mundo como las Lamentaciones del profeta Jeremías. Ha habido mucha tristeza en cada época y en cada país de este mundo, pero nunca ha nacido otro predicador y autor con un corazón tan embargado de tristeza. Dante viene después de Jeremías, y sabemos que Jeremías fue el profeta favorito del gran exiliado".  Hemos visto que Jeremías comenzó su ministerio durante el reinado de Josías. El y Josías eran jóvenes y evidentemente eran también amigos. Bajo el liderazgo de Josías tuvo lugar la última renovación espiritual del pueblo de Judá. Fue un movimiento renovador en el cual muchos corazones fueron conmovidos, pero considerado en su conjunto, demostró ser en gran medida un movimiento superficial. Josué murió prematuramente en la batalla de Megido, luchando contra el Faraón Necao, una batalla en la cual Josías nunca debería haber participado. Jeremías, sin embargo, continuó su ministerio profético durante los reinados de cuatro reyes lamentables que continuaron reinando sucesivamente después de Josías: Joacaz, Joacim, Joaquín y Sedequías, que fue el último rey de Judá. El suyo fue un mensaje severo, en el que intentó llamar a su pueblo y a su nación para que volviera a seguir a Dios. Pero nunca fue capaz de impedir la decadencia del reino de Judá. Fue testigo de la destrucción de Jerusalén; y mientras contemplaba las llamas que la consumían, se sentó sobre las cenizas calientes, y lágrimas amargas cayeron por sus mejillas.

Ahora, en cuanto a la estructura de este breve libro que tenemos ante nosotros diremos que tiene una extensión de cinco capítulos, y cada uno de ellos es una elegía, casi un canto fúnebre. Estas elegías o lamentos expresan una tristeza que sobrepasa toda descripción. En ellas vemos a Jeremías, en pie, llorando ante Jerusalén. Así que el contenido del libro está lleno de tristeza y pesar. Es un himno al dolor, un poema de compasión, un proverbio de patetismo. Es un himno al sufrimiento, un salmo de tristeza, una sinfonía de dolor, y una historia de depuración. El libro de Lamentaciones es el muro de los lamentos de la Biblia.

Este libro de Lamentaciones nos introduce en el mismo corazón de Jeremías. Él comunicó un mensaje de Dios que realmente quebrantó su corazón. ¡Qué vida trágica y miserable fue la suya! Si uno fuera a guardar sus lágrimas en un tubo de ensayo para analizarlas desde un punto de vista científico, y para determinar la cantidad de cloruro de sodio, de sal que tenían, aun así no llegaría a saber la medida del dolor y el sufrimiento de este hombre. Ha sido llamado el hombre del corazón quebrantado. La suya fue una vida llena de patetismo y compasión. Sus sollozos fueron como un solo. Una poetisa llamada Ella Wheeler Wilcox ha escrito una copla que dice lo siguiente: "Ríe, y el mundo se reirá contigo. Llora, y llorarás solo. Porque esta tierra vieja y triste tiene que pedir prestada su alegría, pero tiene bastantes problemas en sí mismo".

Las lágrimas son reconocidas generalmente como una señal de debilidad, el llorar, como una falta de virilidad, y el gritar como propio de los niños.

Este hombre Jeremías tenía el corazón de una mujer. Era sensible. Era sincero. Era compasivo, comprensivo. Era tierno, como una madre. Sin embargo presentó el mensaje más firme y severo de la Biblia: anunció la destrucción de Jerusalén, y pronunció juicio, aconsejando al pueblo que se rindiera a Nabucodonosor. Su mensaje no logró nada, sino causarle todo tipo de problemas.

 ¿qué clase de persona habría usted elegido para comunicar un mensaje tan duro, brutal, y directo como ese? ¿Habría preferido a alguien como Atila, o uno de los dictadores del siglo pasado? Con toda seguridad que ninguno de nosotros habría enviado a un hombre débil o frágil emocionalmente para entregar semejante mensaje. Pero Dios eligió a ese hombre, un hombre con un corazón tierno.

Ya hemos mencionado anteriormente que el Dr. Dale fue la persona que dijo que el Sr. Moody era el único que, según él, tenía derecho a predicar sobre el infierno. Y cuando alguien le preguntó por qué, contestó: "Porque él siempre predica con lágrimas en su voz". Esa es la clase de personas que Dios quiere utilizar hoy. Nos tememos que hay demasiados que no se conmueven con el mensaje que están comunicando.

Nos tememos que en nuestro tiempo hemos desarrollado una generación que no tiene ningún sentimiento, y que no siente ninguna compasión en realidad por este mundo perdido. Y que ni siquiera tiene interés en difundir la Palabra de Dios. No se presta ninguna atención a la fibra moral ni se tiene un alto sentido de obligación.

Hace unos años atrás apareció en una revista un artículo dirigido a los jóvenes en el cual se les aconsejaba que sus mayores posibilidades de éxito en la vida podrían encontrarse en "hacer el trabajo que más disfrutaran, lo cual les daría la más completa expresión a sus capacidades y personalidad". Si Jeremías hubiera tenido en cuenta este consejo, probablemente se habría dedicado a otra clase de actividades. Pero Jeremías podía decir que él se alegraba en la Palabra de Dios. En el capítulo 15 de Jeremías, versículo 16 dijo: fueron halladas tus palabras, y yo las comí, Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, Señor, Dios de los ejércitos. Este hombre era realmente extraordinario.

Muchos jóvenes que han tenido una buena preparación, incluso algunos en el trabajo cristiano, están buscando un trabajo donde puedan entrar y salir y olvidarse de todo lo demás; llegar a la casa y encender el aparato de televisión o sentarse ante el ordenador. Retienen sus sentimientos y emociones en un lugar reservado de su personalidad, y están poco dispuestos a proclamar o difundir la Palabra de Dios. Pero damos gracias a Dios por aquellos que colaboran con la difusión de la Palabra impulsados por una gran motivación espiritual.

No siempre entiendo a Jeremías, pero le admiro y le respeto.

Una poetisa escribió sobre él las siguientes palabras: "Un corazón de mujer, tierno, dispuesto a actuar y cálido; pero un hombre, en su férrea voluntad y un valor inamovible. Su arpa afinada para una canción extraña y patética. Sin embargo, cuando la ocasión requirió acción, ni un arranque de ira desde el trono o el altar pudo su alma desactivar -su desalentadora batalla prolongada y feroz". Hasta aquí la cita.

Este era Jeremías, el varón de dolores. Nos recuerda a Otro que se sentó a llorar sobre Jerusalén. La única diferencia fue que Jerusalén estaba en ruinas y el templo recién incendiado cuando Jeremías miraba fijamente los escombros. Jesús lloró sobre la misma ciudad unos 6 siglos después por lo que le iba a suceder a la ciudad. Para Jeremías la destrucción de Jerusalén era en ese momento un hecho de la historia. Para Jesús, le destrucción de Jerusalén era un asunto de profecía.

El versículo clave en el Libro de Lamentaciones explica la razón por la cual Jerusalén yacía en ruinas se encuentra en 1:18, que dice: Porque el Señor es justo, pues yo me había rebelado contra su palabra. Oíd ahora, pueblos todos, ved mi dolor; mis vírgenes y mis jóvenes fueron llevados en cautiverio. Y así llegamos al

LAMENTACIONES 1

La primera lamentación se inicia con una nota triste. Jeremías estaba cantando en un tono menor. En el capítulo 1, versículo 1, leemos:

COMO HA QUEDADO SOLA LA CIUDAD POPULOSA! LA GRANDE ENTRE LAS NACIONES SE HA VUELTO COMO VIUDA,LA SEÑORA DE PROVINCIAS HA SIDO HECHA TRIBUTARIA.

La gran ciudad de Jerusalén había caído. ¿Cuál era la explicación? Jeremías pronunció dos declaraciones tremendas que nos ayudarán a entender aquel acontecimiento. Y en el versículo 8, de este capítulo 1, leemos:

GRAVEMENTE A PECADO JERISALEN,POR LO CUAL HA SIDO MOVIDA EN SU LUGAR;CUANTOS LA HONRABAN LA DESPRECIAN AL VER SU VERGUENZA,Y ELLA SUSPIRA Y SE VUELVE ATRAS.

Gravemente ha pecado Jerusalén -ésta fue la primera explicación para la caída de la ciudad, su desnudez fue revelada. ¡Qué imagen! Continuemos leyendo el versículo 12 de este primer capítulo:

¿NO OS CONMUEVE A CUANTOS PASAIS POR ELCAMINO? MIRAD Y VED SI HAY DOLOR COMO EL DOLOR QUE ME HA VENIDO;PORQUE EL SEÑOR ME HA ANGUSTIADO EN EL DIA DE SU ARDIENTE FUROR.

A la gente no le agrada oír acerca del furor de Dios. Ese aspecto es con frecuencia dejado fuera del mensaje del evangelio. En algunos mensajes de Navidad, por ejemplo, se destaca que Cristo nació de una virgen y que fue Dios manifestado en un cuerpo humano, y nos alegramos por oír estas verdades. Pero por otra parte se enfatiza que Cristo vino para darle a usted una nueva personalidad, para traer paz y amor. Y toda la presentación parece un mensaje de consuelo y de compromiso. La excusa para enfatizar solo estos conceptos del evangelio es que se está tratando de no incomodar a nadie para poder alcanzar al hombre de nuestro tiempo. Jeremías estaba también intentando alcanzar a un mundo perdido, y no tuvo mucho éxito; pero al menos comunicó el mensaje de Dios tal como Dios se lo había entregado a él. Dios juzgó al pueblo de Judá por su pecado y El aun juzgará hoy el pecado. Continuemos leyendo el versículo 18 de este primer capítulo de Jeremías:

PERO EL SEÑOR ES JUSTO,PUES YO ME HABIA REBELADO CONTRA SU PALABRA.OID AHORA,PUEBLOS TODOS,VED MI DOLOR:MIS VIRGENES Y MIS JOVENES FUERON LLEVADOS EN CAUTIVERIO.

Jeremías lamentó la destrucción de Jerusalén en su soledad. Estuvo allí llorando entre las cenizas. ¿Por qué había sido destruida la ciudad? La ciudad había pecado. La segunda explicación fue la siguiente: el Señor es justo. Dios lo hizo, y actuó con justicia.

Esto resulta difícil de entender y nos sentimos inadecuados para llegar al fondo, a la esencia de esta cuestión. Nos situamos simplemente en la periferia del dolor de este hombre y encontramos que no podemos penetrar más adentro. Solo podemos mirar hacia este jardín por encima del muro. No somos capaces de entrar y pasear por él de un lado a otro. El nos reveló dos aspectos, el amargo, y el dulce: Jerusalén había pecado, pero sin embargo, Dios amaba a Jerusalén. Destacamos las dos frases: Gravemente ha pecado Jerusalén (v. 8) y el Señor es justo. (v. 18). Dios les amó a ellos, como el mismo dijo: con un amor eterno. Y Él causó todos estos juicios sobre ellos porque Él es justo.

Otra cita del Dr. G. Campbell Morgan podría ayudarnos a entender este aspecto. De la revelación del furor de Dios él dijo: "Existe la necesidad de una revelación de la ira, el furor de Dios. Esta es una necesidad suprema en el interés del universo. Las prisiones se han creado teniendo en cuenta el interés de las personas libres. El infierno es la protección del cielo. Un estado o país que no puede castigar el crimen está condenado al fracaso; y un Dios que tolerara el mal no sería bueno. Negadme mi revelación Bíblica de la ira de Dios, y me sentiré inseguro en el universo. Pero reveladme Su Trono establecido, ocupado por Uno Cuyo corazón está lleno de ternura, cuyas entrañas tienen ansias de amar, entonces tendré la plena seguridad de que El no tolerará aquello que arruina, abate y condena; sino que lo destruirá, y a todos sus instrumentos, en el interés de todo aquello que es elevado, noble y puro". Hasta aquí la cita.

usted y yo estamos viviendo en un universo donde existe un Dios. Un Dios viviente. Un Dios cuyo corazón muestra su amor y un vivo anhelo por usted. Pero, permítanos decirle lo siguiente: si usted le da la espalda a Él, Él le juzgará aunque todavía le continúe amando, porque Él es el Dios justo de este universo. No estamos seguros de comprender esta verdad en toda su magnitud, pero sabemos que esto es lo que El dice en Su Palabra. Y algún día, Él nos aclarará que el infierno se encuentra realmente donde está porque El es un Dios de amor, un Dios de justicia, y un Dios de santidad. Y todo el universo, incluyendo al mismo Satanás, tendrá que admitir que Dios es justo en todo lo que hace. Amigo oyente, Dios es tan grande, maravilloso y bueno, que no deberíamos atrevernos a no tomarlo en serio, a obrar ligeramente con El.

Jesús les pudo decir a los escribas y fariseos de Su época, los líderes religiosos de Su tiempo: "Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas". Y, ¿por qué los llamó hipócritas? Porque, como les dijo a continuación: porque devoráis las casas de las viudas (como podemos ver en Mateo 23:14). Y esta fue solo una de las razones. Estimado oyente, si su cristianismo no afecta a su corazón, a su vida en el hogar, a su trabajo o profesión, y a su vida en sociedad, entonces, de acuerdo con lo que dijo Jesús, usted sería un hipócrita. Nosotros no hemos dicho esto, ni lo haríamos. Él lo dijo. Y El es Aquel que lloró sobre estos hombres que le escucharon decir estas palabras tan duras. Nuestros ojos están secos, pero Sus ojos están llenos de lágrimas hoy por usted y por mí. Estimado oyente, no le vuelva la espalda a Dios, quien lo ama de esta manera. De hecho, será trágico si así lo hace.

Dios hace lo que hace porque es un Dios justo. El no puede cerrar sus ojos ante el mal, ante la maldad. Cuando Sus propios hijos le desobedecen, Dios los tiene que disciplinar, aunque esa acción quebrante Su corazón. Así, en este libro podemos ver que Jeremías nos reveló el corazón de Dios: cuando Jeremías lloraba, Dios estaba llorando; cuando él se entristecía y afligía, Dios se entristecía. Cuando no entendemos lo que está sucediendo a nuestro alrededor, o en nuestra vida, lo importante es confiar en que Dios es justo en lo que hace. Y aunque quebrantó Su corazón divino, el fue justo al permitir que Jerusalén fuera destruida, y al permitir que el pueblo fuera conducido al cautiverio.

Jeremías clamó porque quiso saber el motivo de lo que estaba sucediendo y Dios le aseguró que El era justo en lo que le estaba haciendo a Jerusalén.

Otra angustiosa pregunta que Jeremías tuvo fue la siguiente, que vimos en el versículo 12 de este primer capítulo: ¿No os conmueve a cuantos pasáis por el camino? En otras palabras, ¿hasta qué punto estaba implicada la gente? ¿Le interesaba, le preocupaba al pueblo lo que estaba sucediendo?

El hombre no está dispuesto a aceptar el hecho de que Dios está airado con el pecado. En cambio, el hecho de que Dios es amor, es destacado en todo su valor. Estamos de acuerdo en que Dios es amor, y la Iglesia, sin duda alguna, necesita aprender llevar el amor de Dios a todos los órdenes de la vida. Con frecuencia hemos fracasado en esta labor, pero creemos que en esta generación, este deseo ha conducido a un énfasis excesivo sobre el amor de Dios. Dios es justo, y Dios es santo; en todos sus tratos con el ser humano actúa con justicia.

 Es nuestra esperanza, que el estudio de este libro contribuya a un mayor conocimiento del carácter y del sentir de Dios, manifestado tanto en al Antiguo como en el Nuevo Testamento, y revelado en la persona del Señor Jesucristo.